El concepto de bodega de familia ha sido desarrollado desde siempre por los emblemáticos hacedores de vino que lograron los grandes íconos de la historia y que sorprendieron al mundo marcando estilos. Todos ellos tuvieron su origen en pequeñas bodegas familiares que cuidaron con extremado celo y orgullo cada una de las etapas de producción, vinificación y comunicación con el convencimiento pleno de ofrecer lo mejor que la familia produce.
Estas fueron las razones que motivaron a los Bressia a desarrollar el proyecto con la pequeña bodega familiar, y ahora el nuevo y maravilloso restaurante anfitrión, Estación del Alma, donde como en su casa cobijan a visitantes y gastronómicos.